Antes, cuando no existía Los Pueblos ni el centro comercial Los Andes, y Albrook todavía no estaba en la mente maestra de los arquitectos, todo el mundo iba a comprar a Calidonia; pero ahora es igual, esta cuna de comerciantes tiene fieles que no la abandonan. Si no nos cree, mire la cantidad de kioscos, vendedores ambulantes y hasta improvisados negocios que los más osados han montado en plena vía.
Artículos baratos de buena calidad y de la mano de gente del pueblo, que lucha por salir adelante, eso es lo que usted disfrutará al acercarse por aquellas transitadas e históricas calles.
Aunque muchos han tratado que los negociantes se vayan, el pueblo los exige y los apoya con la compra de los productos.
Calidonia fue, es y seguirá siendo una de las venas del comercio panameño más importante del Istmo.
MUSICA
Todos los vendedores se conocen, se cuidan y hasta bromean entre ellos, sin importar la competencia.
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