Carguera o chinchorro, como se le conoce folclóricamente, es un artículo de primera mano de las mujeres campesinas, como las del área montañosa de Capira, en la región de Panamá Oeste.
Las mujeres la confeccionan amarrando con un nudo fuerte los dos extremos encontrados de la sabanilla, a la que le hacen dos nudos más en cada una de las puntas restantes.
En el medio de la sabanilla o chinchorro se coloca al niño, cuyo padre o madre se cuelga el chinchorro en el hombro.
Según las madres, este sistema es mucho más seguro, porque allí se cargan mejor, pues los caminos son muy lodosos, hay que subir y bajar lomas y cruzar ríos.
Segunda Morán está convencida de que el chinchorro es muy efectivo, porque a sus dos hijos los cargó así.
Es una especie de hamaca chica, que los padres de estas criaturas usan cuando llevan a los niños a las giras de salud, a la iglesia o actividades.
En las comunidades, curiosamente, se observan algunos chinchorros colgados de los árboles, mientras sus padres participan de algún evento, como matanza, junta y demás.
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