El manejador Dusty Baker tampoco pudo superar la "maldición" de la cabra, y después de cuatro años al frente del equipo se quedó sin darles el ansiado título de la Serie Mundial, ni tan siquiera clasificarlos para el "Clásico de Otoño".
Desde el domingo, Baker ya había confirmado que no volvería con el equipo, pero faltaba que los directivos de los Cachorros hicieran el anuncio oficial ayer cuando el presidente del equipo, Andy MacPhail, también había renunciado.
Tanto Baker como MacPhail aceptaron la responsabilidad de la mala campaña que tuvo el equipo y que, al final, la concluyó con una marca perdedora de 66-96, últimos de la División Central, donde al comienzo de temporada salían como favoritos a luchar por el título.
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