Es así como comienza Desiderio Eduardo Aparicio, de 23 años, su pequeño negocio en el sector San Juan de Dios de Aguadulce. Recuerda que empezó como barbero en su rudimentario primer local: detrás de la casa de sus padres con un espejo.

Hoy, esa actividad se ha convertido en el pilar de subsistencia de él junto a su esposa e hijo.

Aparicio manifestó a DIAaDIA que cuando hay días buenos, las ganancias oscilan entre 50 y 60 dólares, mientras que durante los días de poco movimiento, apenas alcanza los 15 dólares. Por cada corte, cobra un dólar.

Ha pasado más de una década, desde que inició esta aventura que a simple vista parecía ser un pasatiempo. Pero su entrega y buena atención a este oficio, le ha permitido a Desiderio mantener una clientela fija, que en su mayoría son de sectores aledaños al distrito de Aguadulce.

Expresó que uno de sus clientes es el Grandes Ligas Carlos Lee, cuando está de visita en su tierra natal.

Ante tantos logros, Desiderio, mejor conocido en su barrio como "Yeyo", recomendó a los jóvenes "que se atrevan, que crean en sus proyectos y no tengan miedo de hacer sus sueños realidad".

CREATIVO
La decoración de la barbería la hizo su hermano, como una muestra de solidaridad y apoyo.