 |
|
|
|
 |
|
 |
|
 |
|
 |
|
 |
|
 |
|
 |
|
 |
|
 |
|
 |
|
 |
|
 |
|
|
|
 |
|
 |
|
 |
|
 |
|
 |
|
 |
|
| jueves 8 de octubre de 2009 |  enviar por email |
 versión para imprimir |
 |
| GENTE COMO YO |
|
|
||
 | ||
Jesús Simmons | DIAaDIA |
||
|
La necesidad las unió. La falta de trabajo digno, con el que pudieran llevar el sustento a sus hogares, fue la chispa que unió a la colombiana Inirida Orellanos y a la chiricana Linsday Barraza, para poner un pequeño negocio de frituras. Esta singular pareja inició su pequeño negocio con apenas B/50.00 y muchas ganas de trabajar y de alcanzar el éxito. En el caso de Inirida, oriunda de la ciudad de Barranquilla, Colombia, llegó hace tres años a Panamá por la crisis económica que vivía allá y la falta de un empleo. A su llegada se estableció en el populoso barrio de Santa Ana, específicamente en la calle 17, donde conoció a la chiricana Linsday, que se convirtió en una de sus mejores amigas. El trabajo de estas mujeres no es fácil, ya que a las 3:00 a.m. están preparando las frituras y el café que ofrecerán a su clientela en la avenida de Los Mártires, donde tienen ubicado su puesto. Papas rellenas, patacones rellenos, empanadas, huevo sancochado, café y una salsa picante son muy apetecidos por los clientes que no dudan en detener su marcha por unos minutos para comprar algo. El dinero que ganan todos los días en la venta de frituras lo ahorran y al final de la semana se reparten las ganancias que son unos B/70.00. Adicional en la semana trabajan limpiando casas. A lo futuro sueñan con tener un local propio en donde puedan recibir a su clientela con mayor comodidad que la que ofrecen actualmente en la avenida de Los Mártires. Lo que más las llena de satisfacción es saber que con su esfuerzo pueden educar a sus hijos y darles una oportunidad de convertirse en unos profesionales en el futuro. Otro de sus secretos es la amabilidad con que reciben a los clientes.
DOMICILIO
|
