Lloraron niños y adultos. "Papá, levántate", el llanto de los familiares del señor "Chicho", como era conocido por todos, se fundía en el abrazo de consuelo que se daban unos a otros.
Y es que, luego de una jornada de trabajo el señor, cuya edad sobrepasa los 60 años, manejaba su carrito de raspa'o de vuelta a su casa, pero cuando bajaba una loma, al parecer los frenos le fallaron y perdió el control, cayendo a una quebrada.
"Yo le gritaba frena, frena y los frenos no funcionaron", dijo uno de los residentes de San Antonio, en Tocumen, quien diariamente lo veía recorrer las calles de la comunidad para vender el refresco.
Desmayos, gritos y mucha tristeza se vivió en el lugar, y es que, a pesar que estaba jubilado, don Chicho, quien tenía seis hijos y nietos que lo adoraban, seguía trabajando.
A él, se le podía encontrar fuera de la Escuela Ricardo J. Alfaro vendiéndole raspa'o a los estudiantes, esos que ayer también acudieron a orillas de la quebrada y lloraron por su partida. "Él era muy bueno, y justo hoy me regaló un raspa'o", aseguró una de las niñas que junto a otros menores de edad acudieron al lugar a las últimas horas de la tarde de ayer.
Los primeros en acudir para auxiliarlo fueron los bomberos, según el teniente Juan Tovares; al llegar, le hicieron maniobra de respiración cardio pulmonar (RCP) al señor mientras llegaba la ambulancia, cuyos paramédicos dictaminaron su muerte.
TRABAJADOR
Según sus vecinos, el carrito que conducía "Chicho" le fue donado hace pocos meses.
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