Yo soy una chica de 21 años, quien ha sido muy apegada a su familia desde pequeña. Soy muy querida por mis dos familias, al punto que cuando era chica mis abuelas y mis tías se peleaban por querer tenerme en sus casas. De eso nunca me quejé, porque adoro a mis tíos y, sobre todo, a mis abuelos.

Pero eso no es un problema, desde que me acuerdo siempre he tenido un novio platónico, que es un primo mío. Siempre pensé que era cosa de niña, pero con el transcurso de mi vida veo que no, pues miro a mi primo y me pongo alegre y hasta mi corazón late más y más.

Moza, cuando lo tengo cerca me dan ganas de tirármele encima, besarlo y abrazarlo, pero no lo hago porque es familiar y él no sabe nada. Nunca le he dicho nada y tampoco se ha dado cuenta.

Esta situación me da pena, no sé ni cómo mirar a mis tíos y a mis abuelos, porque somos muy unidos y siento que los estoy traicionando. Preocupada

OLVIDATE DE ESO
Ay amiga, veo que eres una persona muy centrada y sabes que lo que te está pasando no es normal. Te felicito porque tuviste el valor de escribirme, y se nota que quieres remediar lo que está sucediendo.

Amiga, olvida eso, piensa en otras cosas si es posible, evita ir donde él vive porque seguirás en lo mismo. Con esto no quiero decir que cortes de raíz la relación con él y tu familia, sino que debes bajar los días de visitas y encuentros, hasta que te haya pasado esta locura que puede ser fatal si no le pones un alto tú.

Tampoco cometas la imprudencia de contarle eso a alguien, ni a tu mejor amiga, ya que no sabes qué puede pasar más adelante, procura que seas tú misma la tumba en ese secreto.

De hoy en adelante, deja de sentirte mal por eso, ya que aún no has cometido una grave falta. Comienza desde cero y no le des alas a eso, que nada bueno conseguirás. Busca amistades nuevas para salir y hacer cosas diferentes.