El reconocido padre Pedro Marín, quien dedicó su vida a los pobres y campesinos, murió ayer tras problemas del corazón, lo que deja luto y dolor entre los antoneros que en varias ocasiones le rindieron homenajes en vida.
El padre Marín, fiel devoto del santo Cristo de Esquipulas de Antón, murió a sus 84 años en el Hospital Santo Tomas.
Este sacerdote es muy reconocido en el ámbito nacional por haber servido durante más de 50 años a la iglesia Católica y el distrito de Antón, lo que para los antoneros es una honda tristeza que él los abandonara, pues les dejó el legado de la fe en Dios y la ayuda a los más necesitados.
Fue fundador de unas 60 capillas en las comunidades antoneras y se jubiló en octubre de 2007. En total fueron 53 años de vida sacerdotal. Este sábado 23 de octubre, su cuerpo permanecerá en capilla ardiente desde las 11:00 a.m. a 2:00 p.m. para luego darle cristiana sepultura.
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