El sol ni la lluvia impidieron que miles de feligreses cumplieran la promesa que le hicieron al "Naza", de llevarle en ofrenda: prendas de oro, velas, mechones de cabellos, entre otros.
Dejar que la cera de las velas le caiga en la espalda, ir de rodillas desde la entrada de Portobelo hasta la iglesia, eran algunas de las mandas que se le ofrecían al Cristo Negro.
A diferencia de otros años, no se observó tantas personas, a pesar de que el alcalde de Portobelo, Carlos Chavarría, informó que entraron unos 25 mil visitantes.
Hasta tempranas horas de ayer, se retuvieron a 38 sujetos que tenían casos pendientes con la justicia.
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