En medio de tanta tristeza y dolor hay un rayo de luz. Francisca Reyes, quien perdió a dos hijos y su madre a causa de las inundaciones del pasado 17 de septiembre, fue bendecida con la donación de un apartamento en el edificio 5, de San Pedro 2.
A pesar de recibir una nueva morada, donde no tendrá que pagar nada, Francisca no se repone de la pérdida de sus pequeños: Margarita, de 2 años, y Makil de 6 meses. "En las noches los recuerdos emocionales son muy fuertes, pero siempre le pido a Dios que me dé fuerzas para mantenerme de pie", dijo.
Lo que más recuerda de aquel día trágico es el instante en que la corriente le arrancó a su bebé Makil de su brazos.
Francisca, que estaba viviendo en Villalobos, Pedregal, en casa de unos familiares, envió un mensaje a los residentes del Bajo de Nueva Esperanza.
"Los que viven allí y tienen sus hijos salgan de allí, porque más vale la vida de los hijos que una vivienda", indicó.
Dijo que "si me dan a elegir esta vivienda y la vida de mis seres queridos, prefiero estar en la calle, pero con mis hijos".
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