No les des el pescado en la mano, enséñalos a pescar. Ese es un sabio adagio que podría aplicarse al trabajo social que está realizando el Ministerio de Vivienda, en los diferentes inmuebles que ha reparado en los barrios populares de la capital y Colón.
bbSu gente y su cultura
Muchas de esas personas que vivieron por varias décadas en esos viejos caserones o que heredaron esos cuartos de sus antepasados, recuerdan que antes el ambiente en estos inmuebles era aterrador, pero no todos han cambiado.
Tan sólo pasar en auto por los predios de estas infraestructuras o caminar de afán con miedo a ser atacados por algún "pillo", era toda una experiencia, que muchos catalogarían como un verdadero "baño de pueblo".
Y es que las escenas más comunes eran ver hombres y mujeres en toallas, caminando por los balcones; chiquillos desnudos en las escaleras; mujeres seteándose, sentadas sobre tanques una detrás de la otra, algunas hasta quitándoles los piojos a los chiquillos. Y, como si fuera poco, el ruido de los aparatos de música a todo volumen compitiendo con el vecino.
Eso sólo es una muestra de lo que se podía observar desde afuera, pues el panorama a lo interno era más caótico y, de ñapa, la venta de droga y todo tipo de violencia intrafamiliar y hasta de pequeñas "bandas".
¿CAMBIARON SUS VIDAS?
Esa es la pregunta del millón. Sobre esta inquietud, Virginia Miranda, directora nacional de Desarrollo Social del Ministerio de Vivienda, manifestó que mejorar la calidad de vida es una de las metas de esta entidad, ya que no se pueden quedar en esa etapa física de entregar un inmueble bonito, sino que hay que ir más allá para lograr el desarrollo integral de las personas.
"Implica también la atención a todos esos aspectos sociales que inciden en su vida diaria, pero éste es un proceso de sensibilización en la comunidad y de promoción social con miras a un cambio de actitud", sostuvo Miranda.
HACIA DONDE VAN
La funcionaria de Desarrollo Social enfatizó que se ha trabajado con el Ministerio de Salud y los Centros de Salud, Juntas Comunales, Municipio de Panamá en la promoción de ambientes saludables para motivarlos a que participen y asuman esa responsabilidad en sus vidas desde todos los aspectos.
DIERON EL PRIMER PASO
Muchos residentes en estos caserones expresaron que estaban cansados de vivir en esas condiciones, y tomaron la iniciativa de pedir asistencia social.
Previamente a la reparación de estos proyectos, se realiza un diagnóstico donde se conoce cuántas familias son, los niveles de ingreso y capacitación académica que ellos poseen; además del número de adultos mayores, problemas de violencia, drogas, entre otros.
UNA MANO LAVA LA OTRA
Una vez se entregan estos proyectos, los mismos residentes deben asumir su responsabilidad de pago en los servicios de agua, luz y mantenimiento de la infraestructura donde viven. Esto fue uno de los logros que se alcanzó en La Magnolia, Atenas y Grecia en Calidonia.
Allí estos beneficiados se han organizado en directivas y se han trazado metas; lamentablemente, los proyectos desarrollados en el corregimiento de El Chorrillo son los que menos cambios se han notado, "supuestamente, porque en este sector se ven más marcados los problemas sociales y económicos", explicó la funcionaria.
APOYO PROFESIONAL
El Ministerio de Vivienda firmó un convenio con la Universidad Especializada de Las Américas, en el que se reforzarán las áreas que estas personas requieran, con el objetivo de inculcarles valores y llevarlos a acostumbrarse a una mejor calidad de vida.
¡QUE ME CARGUEN!
Al parecer, esto no se permitirá más. Miranda afirmó que antes estas familias estaban acostumbradas a que el Estado asumiera esa responsabilidad. "Hoy día, eso está cambiando", dijo.
En la casa Atenas, donde habitan 18 familias, antes de que terminaran las restauraciones ya estaban organizados, pues pagaban por los servicios que consumían y hasta tienen cuentas de ahorros para pagar las labores de mantenimiento del edificio.
Ese mismo fenómeno se vive en el edificio La Magnolia, donde hay 60 familias. En el proyecto Virgen de Guadalupe, de Santa Ana, es todo un paseo visitar, hasta el semblante de sus habitantes se ve más reluciente y con ganas de vivir. Sin embargo, luego de la entrega de estos proyectos, se mantienen varias trabajadoras sociales orientándoles hasta que ellos puedan levantar el vuelo solos.
RECOMENDACIONES
Contribuya con el aseo. Es por su propio bienestar. No destruya las infraestructuras restauradas. Recuerde que ésta es su casa. Practique los valores cívicos y morales con sus vecinos y familiares. Participe en las reuniones de las directivas para que haya mayor participación e integridad. Respete las normas establecidas en cada inmueble. Enséñele a sus hijos que todo en la vida tiene un sacrificio. Participe en las actividades sociales y culturales que muestren un cambio de actitud.
LADO BONITO
Las casonas son pintadas y remozadas de tal modo que los residentes estén cómodos y los visitantes.
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