No los olvidan. Con flores, oraciones y lindos recuerdos, ayer los familiares de las 18 personas que fallecieron calcinadas el 23 de octubre del 2006 en el bus de Mano de Piedra - Corredor, acudieron a la conmemoración del cuarto aniversario del hecho.
Una vez más, las familias se unieron y se saludaban para darse ánimos y enfrentar esta fecha que para ellos es dolorosa y angustiante.
Una vez reunidos, caminaron hasta la Basílica Don Bosco, en donde monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, oró por un mejor sistema de transporte y el cambio de actitud de los conductores.
David Ramírez, Lidia Atencio, Luis Contreras, Noemí Castillo, entre otros, acudieron a la ceremonia religiosa. Sin embargo, Contreras se retiró de los actos por las diferencias que tiene con otros miembros del Movimiento 23 de Octubre.
Culminada la misa, todos caminaron hacia la vía Martín Sossa a pintar los corazones azules que representan a cada persona que murió. Ahí, las lágrimas no pudieron ser controladas por los familiares y sobrevivientes.
A las 2:42 p.m. se hizo un minuto de silencio. Esta fue la hora en que se registró el incendio.
Pero en medio de las tristezas, los presentes quedaron sorprendidos cuando el Gobierno mostró el primer vehículo que formará parte del metrobús. Al entrar, los familiares de los fallecidos lloraron, pues lastimosamente tuvieron que morir inocentes para que empezara a cambiar el sistema de transporte en la ciudad.
REFLEXION
Las banderas estuvieron izadas a media asta. Ramírez pidió justicia.
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