La Policía tailandesa controló el motín protagonizado por más de 2.000 reos en la prisión de Tak Bai, en la provincia de Narathiwat, Tailandia.
Este acto es considerado uno de los más violentos registrados al sur del país. Para controlar la masa, la Policía tuvo que realizar disparos al aire y rociar agua a presión.
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