La población está cansada de esperar por las promesas que nunca llegarán y defienden lo que creen que es suyo hasta con la fuerza. Los enfrentamientos entre la Policía y los indígenas del área de Bayano, de un lado; y del otro, con la comunidad de El Toro, son una muestra de la poca tolerancia y la desesperación que se respira en Panamá.
Es necesario mejorar las condiciones de vida de los panameños y propiciar un clima de tranquilidad para que todos depongan las armas. ¡Sólo falta voluntad!
|