Yo sí estoy muy feliz porque "supuestamente" hoy se acaba para siempre el proyecto Vive La Música, y muy en especial ese engaño dizque Batalla de las Estrellas. Partamos de que aquí no hubo batalla de estrellas porque no había estrellas y porque ninguna de las ediciones nos ha dejado una. Hubo participantes con buena voz, pero estrellas... ni fugaces. Si el show hubiese reunido a los ganadores de los primeros lugares de todas las temporadas, la cosa fuera diferente. Aquí hubo cuartos o quintos lugares que competían con segundos o terceros calificándolos al mismo nivel. Es innegable que tuvo buena producción visual y de cámaras. Pero, ¿por qué estoy feliz de que se acabe?
Porque este proyecto fue víctima de sus propios productores. Desde la segunda temporada desvirtuaron lo que pudo ser un buen show de caza talentos para crear una nueva generación para TVMax o TVN y lo convirtieron en una gran fiesta, tipo karaoke, con circo lacrimógeno incluido.
Porque detesto cuando se juega con algo tan sagrado como lo es la ilusión y la vida privada de los participantes, quienes firman unos contratos leoninos engañados con que van a ser estrellas y al final lo que sucede es que se estrellan. También porque detesto que se engañe a la audiencia vendiéndoles a personas con talento como si fueran artistas, cuando no lo son porque este país no tiene industria musical y los que han logrado algo, han tenido que irse de aquí porque no recibieron el apoyo necesario.
Porque este show sirvió para hacerles relaciones públicas a políticos inescrupulosos que, utilizando las necesidades de los participantes y en complicidad con la pantalla, disfrazaron de ayuda social sus ansias de salir en televisión y otros de no dejarla.
Por supuesto, porque contó con unos jurados -porque jamás fueron críticos- que demostraron semana tras semana no tener nada que decir que aportara a los participantes más que las típicas y aburridas frases que repetían hace cuatro años, y por la incongruencia de pedir una semana una cosa y la siguiente amonestarles lo que ellos mismos les pedían.
Porque nos quisieron vender un jurado internacional dizque el 'temido', que no demostró sapiencia y solo aprovechó las pantallas para decir que la producción de Latin American Idol era inferior a la de Vive La Música. ¿Por qué no dijo eso al aire en Argentina cuando sí pertenecía a ese proyecto y era muy feliz? ¡Mal agradecido!
Porque una de las asesoras literalmente sacó el cobre y se comportó en más de una ocasión tan mal, que ejemplo a seguir no puede ser para nadie. Fue vulgar, agresiva, incomprensible y déspota. ¡Mal ejemplo!
Porque en su última edición, el gusto por la buena vestimenta fue expulsado del concurso y la mayoría de las veces vistieron a las damas del show como 'teiboleras' del bar Saoco del mercadito de Calidonia.
Y, sobre todo, porque si realmente TVN quiere crear una estrella, el gran premio debió ser una muy buena producción discográfica pagada totalmente por la televisora luego de un intenso y profesional entrenamiento de canto, dicción e imagen, y sin cobrarles un solo real a la audiencia ni porcentaje por sus ganancias a los ganadores. Hoy muere la música... aaaaaaaaamén.
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