Hace poquito nos encontramos con nuestro amiguito, y no dudamos en preguntarle: ¿K-ayata cómo te va en tu matrimonio? No piensen que nos soltó una tanda de cosas malas. Nada de eso, su vida está más feliz que nunca. No faltan los mimos y las cosas buenas.

Y como la imprudencia va de la mano con nosotros, le soltamos otra preguntita ¿Y la cigüeña cuándo llega? Ni piensen que verán un k-yatito por ahí pronto, nada de eso. Aseguró que él ya tiene un hijo y su esposa también, así que por el momento nada de come arroz.