La mayoría de las organizaciones están a favor de la iniciativa, pero a pesar de que todos son profesionales, hubo hasta diputados que se sonrojaron cuando se habló de que "todavía hay panameños que creen que la brochita no preña". Al escuchar estos términos hubo una representante de la Iglesia Católica que no tardó en sacar su rosario y empezó a rezar en silencio, mientras otra, del Movimiento Familiar Cristiano, cabeceaba durante las exposiciones. Fue curioso notar que el primer día, mientras todos almorzaron dentro del mismo recinto, un pastor evangélico bendijo los alimentos, pero al terminar hubo otro cristiano que hizo su agradecimiento por los alimentos, pero a su estilo.

Durante todas las ponencias, el resto de los participantes está en silencio, pero ese cuadro se rompió cuando el pastor Emilio González, de San Miguelito, dijo que todos hablan de sexualidad, pero nadie había hablado de la virginidad y el matrimonio. Esto causó muchas miradas entre los participantes y se reían de manera silenciosa.