El crédito, en parte, hay que dárselo al San Francisco. Los chorreranos mostraron un fútbol vertical y sus delanteros amargaron la vida de la defensa de la Sub-23.

Apenas a los 2 minutos de iniciado el duelo, el delantero José Julio se aprovechó de un error del portero José Calderón para abrir el marcador. Con el transcurrir de los minutos, los dirigidos por Guimaraes lograron ubicarse en la cancha y en las botas de Eduardo Jiménez (el mejor de la selección) logró poner en peligro el arco defendido por el meta William Negrete.

No duró mucho el envión ofensivo de la Sub-23, porque el San Francisco estaba mejor parado en la cancha. Gary Stempel alineó con su base titular compuesta por Negrete, Olivares, De Alba, Algandona, West Torres, Solís, Blanco, Lombardo, Justavino, Julio y Marco Aparicio.

Para la segunda parte, Guimaraes modificó su 4-4-2 y pasó a jugar con tres hombres en el fondo, en busca de más ofensiva. Colocó a Eduardo Dasent, Reinaldo Anderson y Adolfo Machado en el fondo y dejó como enlace a Aníbal Godoy, mientras que en la delantera quedaron Gabriel Torres con Reggie Arosemena, quien había entrado en el primer tiempo por Nelson Barahona.

El empate de la Sub-23 llegó a los 70 minutos del segundo tiempo, gracias a un tiro libre de Gabriel Torres y el "horror" del portero Negrete, quien dejó ir el balón entre las piernas.

Sin embargo, San Francisco respondió y siete minutos después se fue arriba por acción de Leonardo Cardales, quien fusiló a Guillermo Murillo.

El empate definitivo llegó al minuto 90, cuando el central coclesano Carlos Gasglow (como la ciudad de Escocia) se inventó un penal que transformó Gabriel Torres para el 2-2 definitivo.

UN REGALO
La selección Sub-23 igualó ayer a dos goles con el San Francisco, gracias a un penal inexistente.