En las pantallas serias, donde a los anchor de noticias se respetan, donde ellos se respetan a sí mismo y quieren hacer una carrera creíble, solo se les permite dar la cara en proyectos que sean noticiosos y que les aporten a su credibilidad o imagen. Proyectos donde sea ganar-ganar para la marca porque el que conoce de televisión sabe que la credibilidad es rentable en un medio de comunicación o show periodístico.

Lamentablemente, desde el año pasado, usted enciende su pantalla y ve a talentos de noticias que -por ignorancia o necesidad económica, no lo sé- se prestan para ser la imagen de comerciales de alguna institución del estado, algún almacén y sus baratillos, promocionar productos -dentro del informativo- disfrazados de reportajes o noticias y/o presentar, ya sea por canales exclusivos para cable o televisión abierta show que no van acorde a la imagen de credibilidad que se supone deben vendernos.

Esto, además de ser un error garrafal para sus carreras y los productos informativos que ellos presentan, es irresponsable y hasta una falta de respeto a la audiencia porque están utilizando la confianza que les cedieron 'a ellos', para apostar, certificar y respaldar una marca o producto por buena o mala que sea y eso es peligrosísimo para el noticiario y más para el propio periodista.

Las figuras más importantes de noticias en la televisión local -si tuvieran directores y productores buenos de verdad- deberían tener prohibido ser la imagen de marcas y muy en especial de instituciones del estado. Deberían por imagen -por muy bien que lo hagan- tener prohibido animar tarimas cual 'cantalantes'.

En MEDCOM, no conformes con tener a Masiel Rodríguez, presentadora de noticias de Telemetro Reporta Medio Día brincando en tarimas con 'Cuna de Acordeones', reitero, por muy bien que lo haga o a Susan y Álvaro promocionando una tienda, el sábado, por RPC se estrenó un nuevo programa donde Lili Vargas nos presenta videos de salsa como si ella fuera del área de entretenimiento. Al productor y director de noticias de RPC o los agarraron en sus cinco minutos o se hacen los 'Shakira', entiéndase, ciegos, sordos y mudos porque es inexplicable que la anchor del único espacio de noticias de esa pantalla -y que no tiene un dieciseisavo de credibilidad y que antes en C4 se la pasaba semi-enseñando su escultural figura- ahora esté animando un programa musical para aniquilarle la imagen de seriedad que dizque le estaban "tratando" de construir. ¡Nefasta decisión!

Los anchor de noticias -si quieren hacer una carrera creíble- deben reflexionar por el bien de su nombre y saber decir no a dar la cara por lo que ponga en riesgo su imagen de credibilidad. Después quieren que la audiencia les crea lo que nos dicen cuando ni ellos mismos son serios con su imagen. ¿Y la credibilidad?: brincando en tarimas o vendiendo baratillos. ¡Vergüenza creíble!

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