No hay que darles dinero. Con ellos se les obliga a integrarse a los programas que ofrecen algunas instituciones. (Foto: Jesús Simmons / EPASA)
Nereyda Atkins E.
| DIAaDIA
Peligro latente. Es muy común encontrarse en las calles, avenidas y semáforos, a personas con algún tipo de discapacidad pidiendo limosna, sin importarles que ponen en riesgo su vida y la de los conductores que se ven en la necesidad de hacer malabares para no atropellarlos.
REALIDAD
La verdad es que en ocasiones detrás de estas personas que se dedican a solicitar ayuda económica, hay quienes se aprovechan y les quitan el dinero que han obtenido de los donativos.
Esta situación en los últimos días se ha agravado más, porque no se retira de las vías ràpidas de la ciudad a los discapacitados que son un peligro para los conductores.
TESTIMONIO
Miguel Rodríguez padece de parálisis cerebral y se moviliza en silla de ruedas por el semáforo de El Dorado. Para Miguel, es más fácil salir todos los días a pedir dinero para mantenerse, que depender de otros. La suma que recauda al final del día representa la comida diaria de su hogar, además de darse algunos lujos como celulares y buena ropa, entre otros. Sin reparo viaja desde San Joaquín, Pedregal, con la ayuda de un amigo que le da el "bote" diariamente.
OBJETAN
Por su parte, Aníbal Miranda, director de discapacidad del MIDES, manifestó que la sociedad los ha acostumbrado a vivir en la beneficencia y que no es culpa de la persona con discapacidad.
Los discapacitados sienten que les va mejor pidiendo ayuda, a que el Gobierno los apoye por medio de los programas que ha implementado para darles respuestas y sacarlos de la calle.
PROGRAMAS
Famiempresas ha permitido que más de 2 mil personas con discapacidad mejoren su calidad de vida y generen ingresos.