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Visita a su hijo todos los días
Carmen limpia, una y otra vez, la tumba de su hijo en el cementerio. (Foto: Carlos Ortega / EPASA)

Viola Guevara Gallimore | DIAaDIA

Lo recuerda siempre. Carmen Cecilia Daniel es una señora trabajadora que lucha por su familia, pero el 5 de diciembre del 2006 la vida le cambió. A su hijo, Carlos Williams, le dispararon durante una balacera en El Chorrillo y murió.

El joven dejó huérfanas a dos niñas y desconsoladas a una madre y dos hermanas para toda la vida.

"Para mí, todos los días son 2 de noviembre", manifestó mientras limpiaba, junto a sus nietas, la tumba de su hijo en el Cementerio Amador.

Ella lo visita todos los días y conversa con él. "Siento que él está aquí, al lado mío, y me está escuchando", afirmó Carmen.

Trata de ser fuerte para que sus nietas, las hijas de Carlos, no sigan sufriendo. Las niñas van con ella casi todos los días al cementerio y le cuentan a su padre cómo van en la escuela y todas las actividades que hacen; actúan de la manera más normal como si lo estuvieran viendo. Para ellas está presente.

En el momento en que estaban en el camposanto, se suscitó una balacera y las niñas se tiraron al suelo. Pese a eso, no dejan de ir.

Carmen contó que cuando un hijo se muere es como una herida en el corazón, que nunca se cierra; es como un nudo en la garganta, son sentimientos encontrados de dolor, tristeza, agonía y desesperación.

Han pasado ya dos años desde la muerte de su hijo y ella lo recuerda como si fuera ayer, "cierro mis ojos y recuerdo perfectamente qué dijo ese día ".

Diara Williams, hermana de Carlos, dijo que la única forma de consolar su dolor es visitándolo en el cementerio.

Hoy toda la familia estará junto a la tumba de Carlos, contando una anécdota o algo que se los recuerde

Aparte de Carlos, Carmen también tiene a su madre y a su hermano en el mismo cementerio y también los recuerda con mucho amor y resignación.

Carmen aconseja a todas las madres que tienen a sus hijos que disfruten de ellos lo más que puedan, ya que la pérdida de un hijo es una tragedia que deja una huella profunda para toda la vida.





   
 
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