El Torneo Clausura de la ANAPROF llega a su fin y, en esta ocasión, tendrá como protagonistas a dos equipos que después de batallar durante más de dos meses, finalmente lograron hacerse de los boletos para disputar el título.
Atlético Veragüense y San Francisco se fajaron como los grandes desde el inicio para dar la sorpresa en esta competencia, clasificando uno de primero y el otro de segundo a las semifinales, donde luego dejaron en el camino a aliancistas y taurinos.
Con dos equipos procedentes del interior del país y con fanaticadas netamente fieles, no entendemos cómo es que el presidente de la ANAPROF, Juan Poussa, decide programar un solo partido para jugarse en el capitalino Estadio Rommel Fernández, cuando bien se podrían realizar encuentros de ida y vuelta en las respectivas sedes, que de seguro captarían significativos ingresos, los cuales a su vez repercutirían en beneficio de la liga. Para muestra un botón... el pasado sábado en Santiago, cerca de cinco mil personas entraron al partido entre Veragüense y Alianza.
Durante mucho tiempo, los flamantes dirigentes se la han pasado solicitando el apoyo de los medios, pero... ¿cómo piden apoyo cuando ellos mismos no saben ayudarse? Recuerden que Dios dijo, ayúdate que yo te ayudaré.
Después no vengan a decir que los medios no colaboran.
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