Laura era una bibliotecaria cuyo estilo, según conocedores, "no era igual", en otras palabras, era inferior a la entonces primera dama Hillary Clinton. Sin embargo, estas expectativas fueron erróneas, pues antes de que Laura Bush tomara su papel de Primera Dama, ya se hablaba del "estilo Laura", el cual ha sido reconocido por la revista Vanity Fair en el 2004 como uno de los más glamourosos del mundo.

Es por eso que la Primera Dama, haciendo honor a ese reconocimiento, brilló en su corta visita a este país y llegó con un conjunto de sastre de pantalón gris con blusa celeste, que la hacía lucir discreta y reservada. A pesar de que trajo poco en su ajuar, en la mañana de ayer apareció en la Presidencia con un conjunto clásico, una falda en colores terracotas, conjugada con líneas grises y chocolates en tela de hilo y unos zapatos color crema; además, llevaba un sencillo maquillaje y labios color rojo puro, el cual combinaba con el intenso color azul de sus ojos.

Eso fue sólo el inicio, pues no habían pasado ni dos horas cuando la norteamericana apareció en el Cementerio de Corozal y las Esclusas de Miraflores, con un conjunto en blanco, uno de sus colores favoritos, pues hasta el despacho oval de su esposo está decorado con este color. Este traje lo combinó con un collar de piedras verde oliva, que le dio un toque étnico y latino. Vestuario que acompañó con los mismos zapatos del vestido anterior, hasta que arribó al avión con unas sandalias bajas, abiertas en la parte delantera. Con estos pocos vestuarios, pero elegantísimos, dio por entendido que los sabios consejos de uno de sus diseñadores favoritos, Oscar De La Renta, dan resultado, pues su clase y distinción se hicieron notar al pisar suelo panameño.

DATO
Cada vestuario y zapato de Laura Bush lleva una nota adjunta con la fecha y lugar de la última vez en que fueron exhibidos en público, para espaciar en lo posible su uso.