Es su vida. Desde pequeño, el profesor Ricardo Zúñiga supo que la música iba a ser todo para él. Integró la reconocida banda del Colegio Moisés Castillo Ocaña de La Chorrera y allí empezó su carrera.
"Siempre me gustó la música; recuerdo que me quedaba hasta tarde en las prácticas del colegio", relata.
Siguió su carrera y se graduó en el Instituto Nacional de Música como trompetista, donde también tuvo su primer trabajo como profesor. Lo que más le gusta es el trabajo de banda y desde hace cuatro años dirige la banda de músicos del Instituto Justo Arosemena.
"Me encanta trabajar con estudiantes, aunque regaño mucho, pero los considero como mis segundos hijos", manifestó.
A Zúñiga lo que más le llena es escuchar a sus estudiantes tocar alguna marcha que les haya enseñado. "Da gusto ver tu esfuerzo y dedicación plasmados en ellos", comentó.
Sabe que trabajar con estudiantes le da la oportunidad de enseñarle cosas buenas, por eso siempre les dice que aprovechen su tiempo libre y se lo dediquen a un instrumento.
Para él, la música es una vía para pensar y expresar los sentimientos, y es fiel creyente que si los jóvenes panameños se dedicaran un poco a esta discplina, no hubiese tanta delincuencia.
MUY PATRIOTICO
El profesor es muy amante de sus tradiciones. Cuenta que todas las marchas que le enseña a sus alumnos son de Panamá.
Él se siente muy contento con todo lo que ha hecho, y su mayor orgullo es que a sus dos hijos les gusta la música, algo que comparte con ellos desde siempre.
FUTURO
El profesor Zúñiga sueña con hacer un instituto musical y cultural para los jóvenes que les gusta la música.
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