Y es que varias cosas que vimos en esa producción el pasado domingo pasaron de lo sublime a lo ridículo. Por ejemplo: ¿Quién le dijo a TVN que Rolando Sterling y Andrés Morales son estrellas y, peor aún, que cantan? ¿De qué cabeza tan disparatada salió la idea tan antiética de que estos personajes cantaran un jingle donde promocionan su pantalla irrespetando a sus colegas de las otras televisoras que estaban en cadena nacional? ¿Qué fue esa cosa espantosa que hizo uno de los ex participantes de Cuna de Acordeones que más que destreza parecía un enfermo mental tirado en el piso pataleando? ¿Quién permitió que se irrespetara a las otras pantallas que estaban en cadena? Sí, porque es un irrespeto, por ejemplo, contra RCM, que TVN y Telemetro hayan presentando shows de ellos en una cadena donde todos debían tener los mismos derechos.

Este show fue muy injusto porque cuando en televisión se habla de cadena nacional, los derechos deben ser los mismos para todos. ¿Por qué no tener otro podium con talentos de RCM, SERTV, Canal 5 y solo uno con la gente de TVN y TV13? ¿Por qué inventarse esa pésima sección donde las 'caras' de los canales de televisión opinaban de lo que disertaban los participantes, si los propios estudiantes demostraron tener más sapiencia de lo que hablaban que los "opinadores" de los canales? ¿Qué fue esa cosa horrorosa que hacían Atenógenes y Blanca de animar a las barras como si estuvieran en las novatadas de un colegio?

El Concurso Nacional de Oratoria no debe ser convertido en un show chabacano de televisión. Si bien es cierto, este proyecto merecía una dinámica mejor para hacerlo comercialmente "atractivo" para televisión y sus patrocinadores, lo que nos presentaron el domingo pasó de ser un show elegante y entretenido a una gala más de Cuna de Acordeones, Reto de Trovadores o Vive La Música.

Lo que debió ser un espacio que aportara a la educación, a los valores y a la buena televisión, se convirtió en una burla para la audiencia, una burla para las pantallas RCM, Canal 5 y SERTV. El Concurso Nacional de Oratoria del pasado domingo estuvo repleto de errores técnicos, de audio y de presentadores inaceptables para un show fácil de producir.

Una cosa es hacer de un show no atractivo para televisión algo entretenido, y otra muy diferente, hacer de un buen proyecto que aporta un espacio digno de la categoría de porquería. Lo resaltable (por suerte): el indudable talento de los jóvenes participantes dentro de tanto desastre visual. ¡Gracias estudiantes!

PD: Sería bueno que el auspiciante del proyecto les patrocinara unos cursos de oratoria a los animadores y a varios de los seudo presentadores que por ahí desfilaron y, sobre todo, que sean los estudiantes sus entrenadores.

Escriba a: [email protected]