El líder palestino Yaser Arafat es el sexto dirigente histórico del mundo árabe que muere desde 1999, fecha en la que falleció el rey Husein de Jordania tras sufrir una larga enfermedad.
Arafat era miembro de una vieja generación de líderes árabes que gobernaron en la zona durante la segunda mitad del siglo XX y que han influido de manera decisiva en la historia del conflicto entre árabes e israelíes.
Todos ellos han fallecido con más de setenta años por causas naturales, tras sufrir diversas enfermedades.
En febrero de 1999, murió el rey Husein de Jordania, al parecer víctima de un cáncer, y tan solo dos meses después se dio noticia del deceso del jeque Isa bin Salman al-Jalifa, emir de Bahrein.
En julio del mismo año, perecía de forma repentina el rey Hasan II de Marruecos, que dirigió el país durante casi cuatro décadas, y un año más tarde moría el presidente sirio, Hafez Asad, que gobernó Siria con mano de hierro durante más de treinta años.
El pasado dos de noviembre de este año, el jeque Zayed bin Sultán Al Nahyan, emir de Abu Dhabi y presidente de Emiratos Arabes Unidos durante 34 años, fallecía a la edad de 86 años tras sufrir, asimismo, una larga enfermedad.
Todos ellos, a excepción de Arafat, han sido sucedidos en el poder por sus vástagos.
También muy enfermo se encuentra el rey Fahd de Arabia Saudí, de 82 años, apartado de los asuntos de Estado desde que en 1995 sufriera un derrame cerebral.
En su lugar gobierna de facto su hermanastro, el príncipe heredero Abdulá bin Abdulaziz.
Otro de los líderes históricos con una salud delicada es el presidente egipcio, Hosni Mubarak, de 76 años, cuya sucesión es aún una controvertida incógnita.
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