Qué tal Moza, me alegra escribirte. Quiero que me hagas un gran favor, que me des un consejo, pues estoy a punto de estallar y eso no es bueno.
Lo que pasa, Moza, es que hay una amiga de mi esposo que no sé qué es lo que le pasa con él, lo llama todo el tiempo, hasta cuando está libre, le envía chat, correos electrónicos con doble sentido y más.
Él me ha dicho que no le haga caso, que a ella le gusta vacilar, pero ya está abusando.
Moza, estoy hasta la coronilla y conseguí alguien que espiara a mi esposo. Es una chica, que es mi amiga y trabaja en el mismo lugar que mi esposo, yo no lo sabía hasta hace unos días y él tampoco, ya que ella fue compañera mía de la escuela.
Mi amiga me ha dicho que mi esposo no le hace caso, pero ella se le insinúa a cada rato, tanto que hasta otras muchachas están enojadas, porque dicen que les caigo bien y que mi esposo es un buen hombre.
Ella me contó que hace días, le dijo que dejara de ser tan melosa y que respetara sus días libres, pues me los dedicaba a mí, y ella le contestó que si acaso tenía miedo, que ella no se lo iba a comer, que sólo quería morderlo poco a poco.
Eso me ha dado tanta rabia, que ya prometí presentarme en ese lugar. No voy a armar un escándalo ni haré algo grosero, sólo quiero ir allá y preguntarle por qué escribe tanto al correo de mi esposo y llama, ya que debe respetar.
Mi amiga me ha dicho que me calme, porque mi esposo ya está aburrido y no sé qué hacer, sobre todo porque en el mail que le escribió hace días, lo invitó a salir y le dijo que por qué no dejaba a su ogra en la casa y se iban a bailar.
Vi lo que respondió mi esposo, él le dijo respeta, lo sé porque tengo su clave y también pude abrir su correo y él no se molesta, ya que me la dio. ¡Dame un consejo!
QUE ATREVIDA
Hola, si sabes guardar la cordura, te aconsejo que imprimas lo que leíste, y vayas a la oficina de tu esposo, como a buscarlo para ir a casa. Cuando estés allí, pregunta quién es la chica, pero antes compra dulces o pastillas y acércate a ella. Dile que no eres una ogra, y para comprobárselo le traes dulces, claro, envueltos en el mensaje que le envió a tu esposo. Luego de saludarla y presentártele, retírate adonde tu esposo y no hagas más nada. Si insiste, tu esposo tendrá que pararla, ya que él es quien debe hacerlo. ¡Suerte!
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