Una pequeña cajita blanca, fue la última morada escogida para un angelito que ya está en el cielo. La Iglesia de la Inmaculada Concepción fue el lugar donde se despidió a Zabdier Zabdir Rogers Cameron, de dos añitos, quien fue asesinado supuestamente a golpes por su padrastro.
Zugeidy Yivel Cameron, madre del pequeño Zabdier, no pudo contenerse y entre llanto y desesperación a la salida de la iglesia, se aferraba al pequeño féretro antes de que se lo llevaran. "Dios mío, no se lo lleven", repetía.
Elsa Rogers, abuela paterna del niño, con angustia pidió a las autoridades que castiguen al responsable de la muerte de su nieto: "Él no se merecía morir de esa manera, era sólo un niño indefenso".
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