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Langostas y pepinos de mar se agotan
Esta es una foto de pargo rayado, tomada en Jicarita. (Foto: ERICK MARCISCANO, KEVAN MANTELL y FERNANDO RIVERA / EPASA)

Didier Hernán Gil | DIAaDIA

Un informe emanó desde las profundidades de las aguas en los alrededores de isla Coiba, pero hay sentimientos encontrados.

Luego de una expedición de 10 días en las inmediaciones de esta paradisiaca isla, un grupo de científicos y técnicos dio a conocer, preliminarmente, resultados alentadores y otros preocupantes, sobre las especies que se han multiplicado o desaparecido en esta importante zona en los últimos años.

CAMBIAN LOS ARRECIFES
Héctor Guzmán, del Instituto Smithsonian, quien lideró la investigación, manifestó que en el caso de los arrecifes, que fueron golpeados y que registraron una gran mortalidad entre 1982 y 1983 por la presencia del Fenómeno de El Niño, han mostrado gran mejoría con respecto a los estudios realizados entre el 2000 y el 2006. Esa fue la información que arrojó el estudio en los sitios evaluados dentro y fuera del parque.

RAZONES PARA SUSPIRAR
Fernando Rivera, especialista en peces, dijo que dentro del parque existen zonas que se están recuperando, pues notó que hay una mayor abundancia de peces comerciales comparados con otras áreas fuera del parque. Hay más chernas (grupo de peces de hasta cinco especies diferentes), pargos, jureles y hasta se encontró con tres tiburones. Estos últimos se observaron esporádicamente.

En comparación con el monitoreo de hace dos años, estimó un incremento de 20 especies de peces que no estaban registradas, razón por la cual de 109 pasaron a ser 130. Evidentemente, la disminución había obedecido a la mano del hombre.

FUERON SAQUEADOS
Mientras Guzmán anunciaba resultados favorables, su rostro cambió al tener que mencionar que especies como la langosta, el pepino de mar, las ostras y cambutes están en la cuerda floja.

Algunos de estos productos fueron extraídos usando tanques de oxígeno o a pulmón. Es importante recordar que hace seis años, el Gobierno nacional implementó una veda total de la extracción del pepino de mar. También prohibió por completo la extracción y comercialización del cambute. Y más recientemente, hace dos años se emprendió una lucha para establecer una normativa para la conservación de las langostas, pero esto aún no se ha concretado por parte de la Autoridad de los Recursos Acuáticos (ARAP).

EN CUIDADOS INTENSIVOS
Pero, al parecer, estos esfuerzos no han sido suficientes. Guzmán expresó que en el 2006 el censo de langostas, pepinos, caracol y cambute no fue alentador.

"La langosta no se ha recuperado en nada, ni dentro ni fuera del parque. El pepino de mar está peor todavía. Fue saqueado y va a durar muchos años para que se recuperen", destacó.

El científico argumentó que esta situación ya ocurrió en países como Ecuador, Venezuela, el Caribe.

"Panamá fue saqueada de pepinos, pese a que no se consume en este país, pero se exporta, ya que tiene un mercado asiático muy exclusivo", expresó.

MARCARON LA DIFERENCIA
Los científicos anunciaron que desde hace tres años, se encontraban alrededor de 20 cambutes por hectárea o cero individuos. Ahora, maravillosamente hallaron hasta 283 en esas mismas zonas. Esta fue una recuperación no esperada.

ES HORA DE ACTUAR
Guzmán, encargado de esta investigación, aconsejó a las autoridades invertir en embarcaciones eficientes y dar prioridad a las asignaciones de partidas para la adquisición de más patrulleras. Irónicamente, el sector sur de Coiba no se recupera, pero es allí donde se encuentra la mayor diversidad de especies en el Parque Nacional Coiba y urge mayor vigilancia en esa región.

MANOS A LA OBRA
Por su parte, Gabriela Etchelecu, directora de la Fundación MarViva, admitió que la parte sur es la más difícil de patrullar, no solo por la parte física natural, sino también porque es una zona donde hay mucha actividad de narcotráfico, lo cual es riesgoso.

"En esa zona es donde en este año hemos tenido varias incursiones de pesca de manera ilegal, cuatro de esos casos ya están siendo tramitados por parte de la ANAM", mencionó.

Enfatizó que en la medida en que se logre la certeza del castigo y se apliquen las sanciones, se garantizará la vitalidad de las áreas protegidas, pero sucede que mientras más grandes son las empresas que infringen las normativas de áreas marinas protegidas, mejores son sus abogados y se desmejora la protección. No obstante, dejó entrever que se seguirá luchando por alcanzar este objetivo que incluso representa subsistencia para los propios pescadores.





 
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