Los antiguos discos de acetato, como los libros, son muy frágiles, de modo que para conservarlos debe tener en cuenta las exigencias propias de los materiales de que están hechos, ya que tanto el calor como el polvo los dañan:
Limpieza de los discos: Utilice un pulverizador especial que al secarse forme una película plástica; luego, quite esa película, todas las manchas saldrán con ella. No utilice en ningún caso detergente, abrasivo o disolvente, porque los destruyen.
Además, otra técnica para conservar los discos consiste en colocarlos verticalmente, separando la hilera entre cada doce o quince discos. Esto permite, por un lado, ganar espacio y, por otro, una mayor protección para sus discos.
Así colocados serán parte de los elementos decorativos de su casa, y sus familiares y amigos podrán disfrutar de su colección de discos antiguos cuando lo visiten.
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