También sufren. Actualmente, 16 denuncias por maltrato a los animales llegan al mes a la División de Delitos contra el Medioambiente de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ). Y es que ellos también son víctimas de este flagelo, pero a diferencia de las personas, si nadie se apiada, sufren las consecuencias y hasta quedan con marcas para toda la vida.
Michelle es una perra de cinco años y hace un año llegó a la Asociación de Amigos de los Animales (AAAN), luego de que un vecino de sus antiguos dueños denunciara que estaba siendo maltratada por su familia.
Michelle Hernández, la encargada de la perrera de la asociación, explicó que esta perrita llegó con múltiples golpes y hasta "deprimida". "Uno trataba de jugar con ella y no respondía ni siquiera corrinchaba", dijo.
Pero las secuelas del maltrato quedaron en Michelle, porque, como cuentan, cada vez que la perra veía a una persona barriendo con la escoba, salía huyendo. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que la maltrataban "a punta de palazos".
Ahora, Michelle recibe cariño y se lo demuestra a quienes la ayudaron.
A ella se le han ido quitando los miedos por medio de cariño y buenos tratos, además de levantarle el ánimo y mejorar su actitud.
Otra historia es la de "Konan". Él también era maltratado, pero a diferencia de Michelle, quedó sin un ojo luego de que un asiático, dueño de una tienda, le diera un palazo.
Según Hernández, fue mucho más difícil sacar adelante a este animal porque, aparte de que sufría por los gritos y malos tratos, no podía ver.
Detalló que más del 50% de los perros que llegan allí son por denuncias de maltrato que reciben a través de personas y que la mayoría de las veces se encuentran a los perros con fracturas, heridas y hasta huecos en la piel por quemaduras con agua caliente.
FALTA DE CULTURA
Según la declaración de los Derechos de los Animales, proclamada el 15 de octubre de 1978 por la Liga Internacional de los Derechos del Animal y aprobada por la Organización de las Naciones Unidas y la Unesco, todos los animales poseen derechos, y claramente manifiesta que ningún animal será sometido a malos tratos ni a actos de crueldad, pero según Valeska Lezcano, miembro de la AAAN, no hay cultura en cuanto al respeto y la falta de consideración por los animales.
Desde el primer momento que una persona es indolente a los llantos, es decir, que puede ver a un cachorro llorando y no hace nada, hay un problema de falta de sensibilidad, explicó.
Dijo que, al igual que un hijo, el perro es un miembro más de la familia, que también merece una buena vida.
NO RECIBEN NADA
Actualmente, el centro de adopción de la AAAN cuenta con 268 animales: 140 gatos y 128 perros, y está ubicado en el área del hipódromo.
Lezcano manifestó que a pesar de que denuncian los maltratos de animales en las corregidurías, donde se imponen multas hasta de B
1,000, la agrupación no recibe ningún subsidio del Gobierno y son ellos, a través de donaciones y actividades, los que logran sufragar los gastos de veterinaria y comida.
NO HAY APOYO
Lezcano denunció que existe un zoológico en el área de La Chorrera, donde mantienen en mala condición a los animales, situación que desde hace años vienen denunciando ante los encargados de zoología en la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), pero no han recibido el apoyo para mejorar la condición de la fauna que habita en este lugar.
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