Amar el folclor es algo innato y que se vive al 100%. Así lo considera la profesora Nisla Ester Vergara de Chávez. A sus 50 años de edad es Técnico Superior en Folclor, recientemente obtuvo el título de Licenciada en Folclor y funge como presidenta interina de la Comisión Nacional de Folclore del MEDUC.
La "profe" Nisla tiene 24 años de laborar en la escuela secundaria Pedro Pablo Sánchez de La Chorrera y se destaca en la conservación del folclor de la región chorrerana, a pesar de ser una santeña de pura cepa. Aclaró que ha logrado realzar los bailes regionales, pero respetando la autenticidad de las tradiciones chorreranas, por eso ha alcanzado un lugar muy privilegiado a nivel nacional como folclorista.
Usted se preguntará: ¿y cómo hace esta mujer para atender su casa, estudiar e incentivar el folclor?, pues facilito, ella metió a sus tres hijos en el folclor: uno es el reconocido acordeonista Jonatan Chávez, otro es tumbero, tamborero, churuquero y toca en el conjunto de Manuel de Jesús Ábrego y el más chico sabe bailar todas las danzas de La Chorrera y de Los Santos.
Esta folclorista recalcó que su objetivo apunta a que los jóvenes aprecien primero sus tradiciones y costumbres y luego la de los demás. Reveló que desea seguir los pasos de la profesora Dora Pérez de Zárate y le preocupa la capacitación de los maestros de escuelas primarias, pues son ellos los que multiplican o tienen en sus manos los semilleros para no dejar perder o distorsionar el folclor panameño.
Es por eso que desea que el MEDUC reúna o busque a todos los profesionales de esta especialidad para que enseñen folclore al pie de la letra.
Esta pasión desenfrenada se inició con su participación en los actos populares de un pueblo, como lo son los tamboritos, evento que le roba la calma, a tal punto que se le fugaba a sus padres desde los ocho años para irse detrás de las cantalantes. Indicó que le gustan mucho la tunas y penas, que cuando escucha el repique del tambor y la caja su cuerpo también vibra.
HERENCIA
Otra de las hazañas de Nisla era irse detrás de las personas mayores, no sólo en bailes, sino también en los "rosarios de la aurora", asegura que de ellos heredó muchos secretos.
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