El que anda pidiendo que lo pellizquen "porque no se cree todavía" que es padre, es Robin Durán.
El hijo de mano de piedra es un angelito de día, y de noche está haciendo "diabluras", pero no se equivoquen no anda de arranque ni escapándosele a su amada Erika, lo que sucede es que está de lleno en los ensayos de la obra "El verdadero significado de la Navidad", en la que actuará del 11 al 27 de diciembre en el Teatro Inida, como villano. ¡Ahh!
Este artista está interpretando al diablo, algo que según él no le es difícil hacer. ¡Joo!
Sobre cómo se está portando su chichí relata que su primogénito es bien portadito y no llora mucho. ¡Uff, qué bueno!
Como se acerca el día de la madre, le preguntamos qué le regalará a Ericka para el 8 de diciembre y nos dijo "una tostadora, un trapeador", al tiempo que soltaba una carcajada. ¡Nombe, así no se puede!
Lo bueno es que se trata de una broma que Robin quiere gastarle a Ericka, pues cada vez que sale un comercial del Día de la Madre, le dice que está decidiendo si la tostadora o el trapeador.
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