Mientras los jubilados que protestaban en la Transístmica decretaban una tregua, una señora de 61 años fallecía en Pedregal, donde también hubo cierre de calles. La noticia causó consternación, "eso es lo que querían que pasara", era el comentario de algunos de los presentes, que fueron testigos de la desidia de los responsables de la salud.
La víctima, Beatriz Poveda, permaneció más de una hora tirada en el suelo, convulsionando hasta fallecer. Algunos de los presentes intentaron reanimarla. Al ver que no respondía, le tomaron el pulso e, incluso, utilizaron un espejo para verificar si aún respiraba, pero ya había muerto. Minutos después, llegó la ayuda médica que tanto habían esperado.
Según testigos, la señora Beatriz había pasado la mañana en la protesta. Pasado el mediodía, se retiró para comprar un vestido blanco para su nieta, que hoy celebraría su Primera Comunión. Minutos después regresó. Al bajar del bus, un joven vio cómo se iba desmayando hasta caer, finalmente.
Aún sin saber lo ocurrido, Eladio Fernández, presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionados Independientes, anunciaba a la vuelta de una reunión con el vice-presidente Rubén Arosemena, una tregua ante la promesa de una reunión coordinada para el próximo lunes, a las 10: 00 a.m. con una Comisión Interinstitucional. Eladio aseguró que mientras esté en la reunión, los jubilados se mantendrán pacíficamente en las aceras.
TRAGEDIA
La primera manifestación en Pedregal, terminó mal. Una señora de 61 años murió.
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