La mujeres llegaron sin saber nada de modistería, pero a lo largo de un año de capacitación, concluyeron con una exposición que lucía juegos de "bleyser", pantalones, blusas, sabanillas, faldas y demás, con lo que ahora tienen un medio para ganarse la vida honradamente.

Según María Icaza, la Ciudad del Niño ha logrado capacitar a 319 jóvenes internos y 369 adultos de la comunidad que asiste a los talleres de ebanistería, cuero, soldadura, panadería, agricultura, barbería e informática.