Sus sueños quedaron truncados. Amin Jamar Sealy Clark, un joven alegre de 24 años que cursaba el tercer año en la Escuela de Educación Física, del Centro Regional Universitario de Colón, tenía entre sus planes ahorrar dinero para encontrarse con su novia Dorin, en los Estados Unidos.
“Era mi hijo más juguetón y siempre tenía una palabra de estímulo para sus hermanos y para mí, ahora me lo quitaron”, dijo entre sollozos y lágrimas Eva Clarke, madre de Amin, quien lucha por inculcar a sus hijos una buena educación.
Eva afirmó que su hijo no era delincuente, "y lo más triste es que cada vez que muere alguien por un disparo dicen que son maleantes, pero mi hijo demostró que deseaba triunfar por medio del estudio y el trabajo".
El occiso vivía en Arco Iris, donde en sus tiempos libres era barbero, y fue asesinado el pasado viernes cuando esperaba que abriera la empresa donde laboraba.
Murió sin conocer que fue Gilberto Lewis, de 21 años, quien lo asesinó, fue precisamente el mismo Amin quien le consiguió el trabajo y lo trataba muy bien.
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