Todo trabajo requiere de compromiso y dedicación, no importa cuál sea.
María Quiroga es una señora que desde hace 20 años llegó de Colombia. Las pocas opciones de un empleo formal, la llevaron a buscar en otros lugares; es por ello que, con una batea y varias bolsas de pastillas de todos los sabores, salió a probar suerte en una sillita, que ubicaba en una acera cercana a El Machetazo de San Miguelito. Poco a poco se fue haciendo de clientes fijos, que cada día pasaban en busca de su golosina favorita. Algunas veces, le pedían a doña María varias cosas que no tenía, pero al día siguiente seguro las podría encontrar. "Con el tiempo, la gente me va pidiendo, ¿vende tal cosa?, entonces yo la compraba", contó María.
En dos años, esa señora, con ayuda de su hijo, ha logrado construir un completo kiosco de buhonería, donde vende desde baterías hasta moños, pastillas y toallitas.
María aseguró que sólo una persona con voluntad puede soportar un trabajo tan arduo, pues no es fácil aguantar días de sol y lluvia. "Sólo trabajando de sol a sol y organizándose, es como uno puede lograr lo que quiere", culminó.
COMPLETO
María empezó vendiendo pastillas en esta batea; ahora vende de todo en su puesto de buhonería.
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