La enfermedad que le diagnosticaron a Jackson es una "deficiencia Alfa 1-antitripsina", una condición genética que puede llegar a ser mortal. "Hace años que padece esta enfermedad, pero su estado cada vez se agrava más. Además, tiene enfisema y una hemorragia gastrointestinal crónica que a los doctores les cuesta mucho mantener bajo control. Lo más peligroso es la hemorragia. Puede matarlo en cualquier momento", manifestó Halperin en el dominical británico "Sunday Express".

También se dice que apenas puede hablar y está medio ciego de un ojo.