Este año, las cajas de regalos llegaron el 24 de diciembre al campo de béisbol de esa comunidad. Eran más de 3 mil juguetes que los hermanos regalaron a niños que año tras año esperan a sus Reyes Magos, como muchos pequeños los llamaban.

Las filas eran largas, pero a diferencia de otras, en donde la gente se cuela y se amarga, lo que abundaba eran las sonrisas y la alegría de cientos de pequeños, quienes esperaban ansiosamente sus pelotas, sus carritos y sus muñequitas.

Fue un momento mágico, en el que a Samy y Sandra les brotaba la felicidad de ver tantos niños alegres. Niños de todas las edades se dieron cita en esta entrega de juguetes, y no se quejaron, porque además de recibir sus regalitos, saborearon una bebidita y una galletita.

Según nos cuentan, ésta es una actividad que los hermanos Sandoval realizan a los niños de su pueblo para hacerlos felices; además, para recordar su tiempo de infancia.