Reeves, una pequeña localidad al sureste del estado de Luisiana, ha logrado cambiar de prefijo telefónico después de que algunos residentes se quejasen de que el "diabólico" 666 iba en contra de sus creencias religiosas. El "666" se cita en la Biblia como el número de la bestia, relacionado habitualmente con Satanás o el Anticristo.