La vida para Uriel Pinto, a sus 15 años, no ha sido fácil. Desde hace tres años su madre está postrada en una cama, y él como buen hijo se dedica a cuidar de ella y a realizar las labores del hogar.
Todos los días, Uriel se levanta muy temprano a atender al ser que le dio la vida, y la ayuda a bañarse. "Desde que mi mamá cayó en cama no fui más a la escuela porque hay que cuidarla y atenderla. Mi papá sale muy temprano a realizar algún trabajito para traer el sustento de la casa", dijo el menor.
La madre de Pinto, desde hace algunos años padece de problemas en el sistema óseo, pero el mal que más la aqueja y la tiene en cama es un tumor en el estómago, que por falta de atención médica adecuada y oportuna, según Pinto, considera una amenaza para la vida de la señora.
La familia habita en una humilde vivienda, en condiciones deplorables, por lo que Pinto pidió a Dios que le regalara una vivienda adecuada que le permitiera tener a su madre en un estado mejor, y esta petición fue escuchada.
El director de la institución, Darío Guillén, explicó que apenas conocieron la situación, el personal y los colaboradores iniciaron una campaña con el propósito de brindar a Uriel y su familia un buen regalo de Navidad.
Y por tal razón, el personal del MIVI de Chitré llegó con bloques, cemento, acero, arena, carriolas y una donación de alimentos y ropa a la humilde casa de Uriel. Además, señalaron que este jovencito es "un ejemplo de lucha, amor y entrega".
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