¡Qué mejor cosa en la vida que hacer lo que a uno le gusta! Así se siente Rolando Martínez, de 50 años, un señor que vive bien vendiendo revistas y libros de segunda a precios módicos.
Son ya 25 años de dura faena en este negocio. Rolando se inició en los años '70, debido a que no tenía un empleo. Se decidió a vender revistas y libros, ya que la mayoría de los buhoneros vendía pastillas y demás golosinas.
Antes no habían muchos clientes, pues desconocían este tipo de negocio. Tuvo que darse a conocer para luego hacer su clientela. Al principio esto tomó su tiempo.
Hasta el momento está satisfecho por lo que ha obtenido, pues todos estos años ha sobrevivido de su humilde trabajo. Además, ha logrado educar y mantener a su cónyuge y dos hijos, uno de ellos tiene un puesto similar al de Martínez.
Tiene clientes frecuentes que acuden cada cierto tiempo a buscar nuevos libros y revistas. Previo al inicio de cada año escolar, los padres de familia se dan su visita por las veredas de calle 34, Calidonia y Avenida Perú, donde Rolando tiene su mesa con variedad de libros de segunda, pero en buen estado.
En este trabajo ha aprendido mucho, le gusta leer y no lo dejará por nada del mundo. Dijo que "es el trabajo de toda mi vida, aquí me jubilo y aquí me muero". A su edad, se da el lujo de decir que no tiene cansancio. Su horario es de lunes a sábado de 6:30 a.m. a 5:30 p.m.
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