En su camiseta verde se notaba que algo fuerte había sucedido y es que, una mancha roja de sangre era la prueba del dolor que sufrieron los hijos, de ocho y 13 años de edad, de la señora Anayansi Rivas, de 40 años.
La tragedia empezó a eso de las 3:00 a.m. en el sector A de El Valle de San Isidro, mejor conocido como "la Cueva del Lobo", en la casa A-38. Los vecinos del lugar sólo escucharon el grito de una niña y no fue hasta las 4:00 a.m. cuando la señora Anayansi, madre de los menores de edad, llegaba de la calle y se encontró con su hijo de ocho años tirado en medio de un charco de sangre agonizando.
Los gritos de la desesperada madre se hicieron eco en el lugar, de donde los vecinos adormecidos salieron para ver qué era lo que pasaba. El temor se apoderó de ella al descubrir que su hija de trece años no estaba en la casa. Tampoco estaba su hermano, Diego Rivas, de 47 años, quien había huido luego de cometer la crueldad contra los hermanitos.
Él sufre de esquizofrenia y por estar fuera de su tratamiento, entró en una crisis, por lo que se puso violento y provocó que ahora sus sobrinos estén entre la vida y la muerte.
Al poco tiempo llegó la policía, montaron al niño al patrulla con rumbo al hospital, pero tal fue la sorpresa que al salir de la vereda y alumbrar hacia un barranco que está a 50 metros de la casa, se encontraron con la niña de 13 años. Los rastros de sangre y piel fueron la prueba de que había sido arrastrada y se cree que iba a ser tirada al río.
TODO ESTA EN MANOS DE DIOS
Alberto Bissot, director médico del Hospital del Niño, reveló que ambos están en la Unidad de Terapia Intensiva en estado de gravedad. Detalló que tanto la niña como el niño recibieron múltiples golpes en el cuerpo con un objeto contundente, la mayoría fueron en la cabeza, lo que les provocaron serias fracturas.
Hasta el momento, los hermanos se mantienen conectados a un ventilador mecánico para que puedan respirar. Bissot adelantó que de sobrevivir los menores de edad, deberán someterse posteriormente a una operación maxilofacial, ya que también presentan fracturas en la cara.
¿DONDE ESTABA?
Mientras que los vecinos dicen que la madre no se encontraba en la casa, la señora Anayansi manifiesta que ella estaba durmiendo en la parte de atrás de la vivienda. Con un rostro de consternación y fuera de las instalaciones del hospital, contó que ella fue víctima de su propio hermano, quien incluso una vez le fracturó la nariz. La señora admitió que, aunque sabía que su hermano no se tomaba los medicamentos, nunca pensó que reaccionaría de esa manera.
A INVESTIGACION
En tanto, Carlos Martínez, abogado de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social, explicó que el caso corresponde al Juzgado de Niñez y Adolescencia y a la Fiscalía de Familia. Reiteró que se inicia una investigación para saber cómo ocurrió el hecho, mientras se abre un proceso de protección de los niños.
UN TRASTORNO
Por su parte, el psiquiatra Gaspar Dacosta explicó que la esquizofrenia es un trastorno mental del pensamiento que se controla; si la persona toma sus medicamentos, "pueden vivir normales", pero si estos individuos no siguen los tratamientos, entran en crisis y son incapaces de discernir.
Especificó que estas crisis se pueden detectar debido a que los pacientes manifiestan aislamiento y problemas en el lenguaje.
VIOLENCIA
Según los vecinos, siempre escuchaban peleas entre el agresor y sus hermanas.
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