Es de temer. Plaguicidas que son usados por algunos agricultores panameños para combatir insectos y plagas, están causando efectos secundarios en los suelos, las aguas, el aire y en la población panameña. Estos hallazgos fueron descubiertos por estudiantes en Toxicología Ambiental de Panamá, quienes señalaron que entre las consecuencias del uso indiscriminado de estos productos están las enfermedades respiratorias, brotes de la piel, dolores de cabeza, náuseas y diarrea.
Cabe destacar que hay muchos hombres de campo que no utilizan el equipo adecuado para protegerse, lo que acentúa los daños. Expusieron como ejemplo que en Chiriquí, en el año 2000, en una escuela, niños resultaron intoxicados por estos químicos.
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