Las fuertes lluvias registradas el año pasado ocasionaron grandes pérdidas a más de un centenar de personas en diversas partes del país.
Gloria Rodríguez, una de las tantas afectadas y madre de siete niños, indicó que parte de sus enseres fueron arrasados por varias quebradas que se desbordaron; además que al techo de su casa en Arraiján le cayeron dos árboles y lo destruyeron.
Alegó que por la difícil situación económica que atraviesa, ya que su esposo la abandonó, no ha podido reparar los daños y requiere la ayuda de las autoridades.
Aseveró que se gana la vida planchando y lavando, pero sólo gana unos cuantos reales, que a duras penas le alcanzan para la alimentación de sus niños.
Indicó que el día de las inundaciones, personal del SINAPROC elaboró un informe técnico, y trabajadoras sociales del Ministerio de Vivienda se comprometieron a ayudarla. Sin embargo, llegó un nuevo año y no ha recibido respuesta.
Manifestó que siguen viviendo en la misma casa porque no tienen adónde ir.
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