PERNETT Y MORALES DICE:
Lo cierto es que Changuinola se convirtió en una isla, cuando las fincas que bordean el área urbana se inundaron.

Poco a poco el agua fue bajando, trayendo una esperanza a los miles de damnificados que, trepados en los árboles o refugiados en los albergues temporales, veían cómo el cielo gris se cernía amenazante sobre sus cabezas.

Las iglesias fueron las primeras en ofrecer su ayuda en forma institucional.

En la noche, la Alcaldesa del distrito de Changuinola había estado echando el hombro, pero, como institución, la Alcaldía poco podía hacer.

Los helicópteros no podían llegar porque el tiempo no se los permitía. También había derrumbes a lo largo de la carretera que nos une con el resto del país.

A medida que pasaba el tiempo, el hambre se iba apoderando de los damnificados, y la comunidad árabe se lanzó por la escalera y llevó comida recién cocinada a comunidades apartadas.

Se formó el Centro de Operaciones de Emergencia (COE), por miembros del gobierno, primero a puerta cerrada, y luego por vocería del Dr. Josi Anderson.

LA GENTE SE COMPORTO COMO LO QUE SOMOS....
curiosos empedernidos, incluso como si fuera un domingo de picnic, iban al río a ver cómo se estaba saliendo de madre el río Changuinola, que parecía un mar de lodo.

En este momento no llueve y la marea está baja, esto es, hay posibilidades de que el agua drene sin problemas hacia el mar y siga bajando el nivel de la inundación que, al decir de muchos, sólo fue superada por aquella "llena" de 1970 que, al concluir, cambió el cauce del río Changuinola.