El onceno norteamericano que es dirigido por Thomas Rongen, a su llegada al terminal aéreo, estuvo poco tiempo con la prensa local, por lo que inmediatamente tomaron el autobús que los llevó a un hotel de la capital.

Estados Unidos es favorito prohibitivo para llevarse uno de los dos boletos que otorgará el torneo. Panamá, gracias a su condición de local, es el primer candidato a quedarse con el otro boleto, teniendo como antecedentes el haber ido a los dos últimos mundiales de la categoría.

Los estadounidenses harán su debut el miércoles 17 de enero ante Haití, y tendrán en la figura del volante ofensivo Freddy Adu, quien participó en los mundiales 2003 y 2005, su ficha importante en el equipo, y a su vez será la gran atracción del torneo.