No tienen estadio para jugar, y están tomando la costumbre de provocar desórdenes en los otros. Los fanáticos de la novena de Veraguas, el pasado sábado en el Estadio Rico Cedeño de Chitré, enardecidos por el triunfo de su equipo 6 carreras por 2 sobre Herrera, se tiraron al terreno a celebrar, pero sin medir las consecuencias. Atropellaron al mascota del equipo herrerano, que a su vez, es hijo del entrenador de pitcheo, Rubiel Moreno.
Moreno, molesto por lo sucedido, fue a reclamarle a los fanáticos veragüenses, quienes respondieron con golpes, por lo que parte de la novena herrarana intervino en la disputa. ¿Habrá sanciones?
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