El Real Madrid se adjudicó ayer una inmerecida victoria de 2 por 0, ante el colista de Primera División, en un encuentro marcado por el buen juego del Levante y los constantes errores e imprecisiones del líder de la Liga, muy lejos de sus mejores tardes.
Los primeros 45 minutos fueron una verdadera sorpresa para el público que se congregó en el Estadio Ciudad de Valencia, pues el Levante ofreció sin duda la mejor imagen de la temporada, e incluso tuvo contra las cuerdas al líder durante varios minutos.
El conjunto de Giovanni de Biasi se dejó los complejos en el vestuario y desde el pitido inicial salió a buscar un gol rápido con el que ahuyentar los grises nubarrones que desde hace meses se han instalado en el entorno deportivo y social del club.
El Real Madrid se empeñó en intentar partir la defensa local por el centro, pero le resultó imposible encontrar huecos. Su juego no tuvo la profundidad habitual, y culpa de ello la tuvo las discretas actuaciones de Robinho, Raúl, Gago o Sneijder.
Pero la fortuna se alió de nuevo con el campeón para romper la ilusión y la esperanza de un equipo ya de por sí hundido. La defensa levantinista cometió penalti (una mano del central José Serrano) y Van Nistelrooy anotó desde los once metros.
Al delantero holandés se le da bien este campo, ya que logró tres tantos en su última visita, y hoy no quiso despedirse sin dejar de nuevo su tarjeta en un potente disparo raso y cruzado con el que puso el 0-2 a falta de pocos minutos para el final.
RECORD
El Real Madrid se convirtió en el mejor campeón de invierno desde que se suman tres puntos por victoria con 20 equipos.
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