Ñato Califa aprendió a tocar cumbia desde que tenía 8 años, primero ejecutando la armónica y después el acordeón. Empezó tocando cumbia por B/.50.00, divididos entre 7 personas que componían el conjunto, tocando desde las 9: 00 p.m hasta las 7: 00 a.m, dependiendo del público.

Su cumbia gustaba tanto, que en sectores como Chilibre se llegó a cobrar B/. 2.00 por pareja, lo cual según "Ñato", impedía que pasara como en La Chorrera, que a los varones les quitaran la pareja por ser una costumbre en los bailes de cumbia.

Murió sin hacer realidad su sueño de grabar un CD para que cuando falleciera, al menos quedara su legado al folclor para las presentes y futuras generaciones, pero nunca tuvo el apoyo de alguna persona en ese sentido.

Su cumbia, no sólo sirvió para gozar al ritmo de su música, sino también para ayudar a la realización de muchas obras benéficas.